Si me preguntaras
Quién sería mi madre,
te respondería:

"Elijo de madre
la luna que observa
callada y discreta
la vida que pasa…
Los sueños que sueñas."

Esa luna tierna
que mira y sonríe;
que dulce descubre
con sus ojos claros
desde pequeñita
mis noches en vela.

A los quince años,
mis versos ingenuos.
(Los versos primeros)
De amores que embrujan,
amores que inquietan.

La luna me mira…
me mira y suspira.

Los versos tardíos,
aquellos de amores
que engañan, que duelen,
amores que matan,
amores que mueren...

Y la luna llora
las lágrimas mías.

Mis versos vacíos,
son de  otros amores...
los que tanto esperas,
los que no viviste,
los que nunca llegan.
-Los que solo dejan
un hueco en el alma-

Y mi madre luna
se calla… y observa.

Y aquellos amores…
¡Los que tu ya sabes!
los que entregan tanto
sin freno y sin guía…
los que llenan todo
de dicha y de encanto…

Los que son perfectos,
pero duran poco-.
Son esos amores
que nunca se marchan.

Para esos amores,
mis versos eternos.
Porque esos amores
son los que la luna
guarda recelosa
con todo su afán
hondo, en sus entrañas.

Para no olvidarlos...
para no perderlos,

Porque esos amores,
pase lo que pase,
a pesar del tiempo
y de la cruel distancia…
de dia y de noche,
por siempre se quedan,

Y como la luna...
siempre te acompañan.

Anna Camacho

México